SANLOR

Analicemos otro caso: En la Fig. 159 podemos ver un primer molar superior izquierdo con una considerable lesión periapical. La Fig. 160 señala cómo la PASTA F.S. sólo se colocó en la cámara pulpar. Se puede apreciar que no se hizo ninguna instrumentación de los conductos que desde luego están infectados ya que es bien sabido que las lesiones apicales son efecto de los conductos sépticos. Este control posterior (Fig. 161) informa la desaparición total de la lesión, señal de que los conductos están estériles gracias a la acción a distancia de la PASTA F.S.; al cesar la causa: conducto infectado, cesa el efecto: lesión apical.

Estudiemos un caso más: En la roengenografía de la Fig. 162 estamos viendo otro molar inferior con una radiolucidez común a las regiones periapicales. La Fig. 163 informa que igualmente la PASTA F.S. se dejó únicamente en la cámara pulpar. Tampoco se hizo instrumentación radicular. Y la Fig. 164 comprueba la normalización de la patología periapical causada por el efecto a distancia del material empleado.

He dejado para último lugar este caso por demás interesante, ya que según lo muestra la Fig. 165 está afectado todo el periodonto de este segundo molar inferior derecho. Clínicamente estaba en estado agudo, con movilidad y presencia de exudado purulento gingival.

Contando con la colaboración del paciente se dejó la PASTA F.S. sólo en la cámara pulpar. Al igual que en los casos anteriores, en éste tampoco se hizo ninguna instrumentación intrarradicular, lo que se aprecia claramente en la radiografía de la fig. 166. La lesión señala una destrucción del tejido óseo más marcada en la región mesial. Quince días después ya no se apreciaba exudado purulento y la movilidad había regresado en un ochenta por ciento. El control radiográfico de la Fig. 167 manifiesta nítidamente la neoformación del trabeculado óseo en toda el área patológica con características absolutamente normales.