Capítulo 13
Las Complicaciones Endodónticas y la Ley

Por considerarlo de gran interés, transcribo algunas partes del artículo que publica el Journal of Endodontics en su volumen 13, No. 4 de abril 4, 1987, pp. 191-197, que traducidas al español dicen:

“Las complicaciones Endodónticas y la Ley”
Stephen Cohen, MA, DDS,FICD, FACD
Stepehn Schwartz, DDS, MS, FADI

Hay un número creciente de reclamos de malpráctica relacionados con la endodoncia, primariamente contra los dentistas generales. Este artículo discute las causas más comunes de este problema y recomienda las formas y medios por los cuales los dentistas pueden minimizar el riesgo de enredos legales.

Durante los recientes años pasados, los dentistas han visto un creciente aumento en el número de reclamos de malpráctica, dirigidos primariamente contra los dentistas generales, de acuerdo con el más reciente perfil de análisis de reclamos de malpráctica realizado por la Compañía de Seguros de Dentistas de California, la endodoncia es ahora número uno, en términos de frecuencia de reclamos presentados de malpráctica.

Está más allá del alcance de este artículo discutir todos los factores sociales que contribuyen al enorme número de juicios legales presentados contra los dentistas, muchos de ellos relacionados con el cuidado endodóntico. En los pasados 10 años, nos han consultado sobre más de 100 casos de supuesta malpráctica endodóntica, o negligencia. Anteriormente, observamos que la mayoría de los casos tenían poco o ningún mérito legal, sin embargo recientemente hemos visto un creciente porcentaje de reclamos que en verdad parecen tener mérito. Esperamos que sea de alguna ayuda al lector que usemos algunas palabras y frases comúnmente empleadas en la profesión legal. Los dentistas deben aumentar su conocimiento de la jurisprudencia dental y aprender el vocabulario especial que usan los abogados cuando discuten malpráctica oral.

Cuidado Estándar – Reclamo con mérito

El cuidado estándar se define como el cuidado que un practicante razonablemente prudente efectuaría durante circunstancias iguales o similares. Se trate o no de un especialista, cuando se provee tratamiento endodóntico todos los practicantes –dentistas generales o especialistas—se juzgan por los mismos criterios ya que sólo hay un estándar de cuidado en endodoncia.

Además, en áreas de práctica que la Asociación Dental Americana reconoce como especialidades, el estándar de cuidado es el del especialista practicante.

Diques de Caucho

Una de las más obvias “desviaciones” de los estándares de cuidado es dejar de usar un dique de caucho. Si un paciente traga o aspira una lima endodóntica porque el dentista no usó un dique de caucho, no hay argumento real con respecto a la responsabilidad legal. La única cuestión real es la cantidad de acuerdo en dólares a lo que el jurado conceda. Las situaciones clínicas difíciles, por ejemplo, una estructura coronaria mínima, tropiezo con el tejido gingival, o estribo de un puente, no son excusa del fracaso de la asilación apropiada del área con un dique de caucho. Dicho en términos sencillos,

es obligatorio usar diques de caucho durante el tratamiento endodóntico; dejar de hacerlo pone al paciente (y por lo tanto al dentista) en riesgo.

Pastas con paraformaldehido – esteroides

Otra de las más obvias desviaciones es un resultado enojoso después de tratar de llenar un canal dental con una pasta que contenga formaldehido y esteroides (por ejemplo la N2 de Sargenti, RC2B, etc). De acuerdo con el Dr. Edwin Zinman “como pasa con el Ford Pinto,N2 puede ser una alternativa conveniente y barata hasta que se presente un accidente. A causa de un defecto de diseño inherente a ambos productos, una herida catastrófica es lo más probable en razón de su uso. Por ejemplo, el contenido de paraformaldehido del N2 que se extiende químicamente más allá del contacto inicial, ha causado parestesis permanentes”.

Consecuentemente, el Consejo de Terapéutica Dental de la Asociación Dental Americana especialmente advierte sobre las “graves complicaciones post-operatorias que acompañan con no poca frecuencia estos (los de Sargenti) materiales cuando inadvertidamente pasan más allá del ápice”

Adicionalmente, fue el consenso del panel de abogados-dentistas, que el uso de esos tipos de pastas no representa una alternativa razonable y por lo tanto invalidarían cualquier consentimiento informado dado por el paciente para que usen esos materiales.

Instrumentos rotos

Se alega respecto a otras desviaciones que son discutibles, por ejemplo, no importa cuán delgado sea la pared, ciertamente tiene dos lados. Por ejemplo, el inquietante evento de “romper una lima” en el canal dental. Ahora, se podría preguntar;: ¿Se rompió la lima gracias a un extremo de celo en el uso por parte del dentista, o se rompió porque estaba defectuosamente fabricada? Puesto que la respuesta no siempre es clara, en el caso que una lima se “separe” en el canal dental, guarde el extremo sano en una envoltura para monedas en el registro del tratamiento del paciente. Si se volviese un punto crítico para desaprobar un alegado de malpráctica, se puede ensayar la misma para ver si tiene defectos de fabricación. Si la lima es ciertamente defectuosa, el médico puede no ser responsable; la responsabilidad pasaría al fabricante (estricta responsabilidad del producto) a menos que el médico previamente haya notado el defecto *(Comunicación Personal de E. Zinman)

*NDT:Deja de ver que el dentista puede seguir siendo responsable por utilizar implementos de baja calidad.

Sin embargo, no importa quién sea responsable, si se separase una lima en un canal, se le debe informar inmediatamente al paciente.

Informar calmadamente además, al paciente de este evento inesperado y tomando nota en los registros que el paciente fue informado, minimiza cualquier futuro reclamo de haber ocultado el hecho. Es importante recordar que la negligencia nunca se imputa a los resultados. Por lo tanto, si el dentista puede demostrar por medio de sus registros y testimonio que no se desvió del estándar mínimo de cuidado y que el paciente había sido apropiadamente informado, el hecho de que un instrumento se “fracture” dentro de la raíz no implica necesariamente negligencia. (Comunicación Personal de E. Zinman).

 
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